Cultura Viva en Tucumán: conoce los Museos a Cielo Abierto que podes visitar

Los cementerios, plazas y espacios culturales constituyen una parte extraordinaria del patrimonio cultural.

Noticias15 de enero de 2024Cristian ArgañarazCristian Argañaraz
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Con el paso de los años el turismo fue evolucionando, dando paso a nuevas formas de hacer turismo, entre ellas el Turismo Cultural.

Los cementerios, plazas y espacios culturales constituyen hoy por hoy, una parte extraordinaria del patrimonio cultural de la Argentina, a los que también podríamos denominar Museos a Cielo Abierto. Son lugares comunes a todas las ciudades y pueblos de la República y en ellos se manifiesta de manera clara la identidad tanto cultural como religiosa del país o región al que pertenecen. Así mismo, la implementación de un Turismo de Cementerio, propicia la protección y divulgación del enorme patrimonio que allí se encuentra.

Estos museos a cielo abierto permiten contar de una manera original y novedosa la historia de los pueblos y ciudades, a través de las personas que allí se encuentran enterradas y que al fin y al cabo son las que escriben la historia. El recorrido por estos circuitos no está rodeado de historias de fantasmas, ni de aparecidos, ni de almas que deambulan por sus calles, pero si encontramos historias atrapantes y cargadas de simbolismo.

Circuito Cementerio del Oeste: De estilo neocolonial en su fachada, es considerada la necrópolis más antigua de la Ciudad de San Miguel de Tucumán. El terreno donde hoy se levanta, fue donado por el ex gobernador José Manuel Silva y se lo ha denominado Cementerio del Oeste.

Fue inaugurado el 13 de mayo de 1872. La estructura del cementerio se asemeja a una pequeña ciudad, con calles y una avenida principal, en torno a la cual y a la sombra de lo árboles se levantan algunos de los Mausoleos más importantes. El predio tiene una superficie de 56.000 m2 y contiene 3.000 tumbas divididas en sepulturas, enormes mausoleos con vitraux europeos, panteones, sotanitos y capillas.

El esplendor de las esculturas realizadas por Francisco Cafferata y José Fioravanti, la utilización del mármol de Carrara y el granito italiano, representan el esplendor que generó en la provincia el auge de la industria azucarera. Aquí descansan las personalidades más relevantes de nuestra historia y nuestra cultura, al menos 22 ex gobernadores, artistas e intelectuales, industriales azucareros, hombres públicos en general e inmigrantes prósperos.

Sobre su valor patrimonial, un decreto presidencial de marzo de 2010, a través del expediente nº 2780/08 de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, legitimó el valor patrimonial del Cementerio del Oeste. La Municipalidad de San Miguel de Tucumán impulsó esta medida logrando que se declaren bienes de interés histórico artístico seis tumbas de esta necrópolis que guardan los restos de: Silvano Bores; Pedro León Gallo; Lola Mora; Domingo Martínez Muñecas; Lucas Córdoba e Ignacio Colombres.

Se sugiere el recorrido visitando en el Parque Avellaneda, frente a la entrada principal, la obra “La Parábola” realizada en Roma por el escultor tucumano, Pompilio Villarubia Norri, realizada en mármol y de corte netamente romántico. La figura representa a un filósofo que se encuentra bajo una profunda meditación. En la parte lateral aparece la figura de un niño, símbolo de la inocencia, que se alarga hasta el filósofo en su afán de ahuyentar sus tristes pensamientos.

En la entrada principal, nos encontramos con una imagen de La Piedad, traída desde España en el año 1930 y totalmente restaurada por especialista de la Facultad de Arte de la UNT en el año 2011. A la izquierda está la pequeña capilla del cementerio donde se realizan las misas de cuerpo presente, solicitadas por los concesionarios.

 Se sugiere el recorrido por las siguientes tumbas:

1. Monumento a Raúl Colombres (1884 – 1920) Murió en plena juventud (1920), mientras su partido lo postulaba para candidato a gobernador por la provincia de Tucumán. El monumento en su honor: “El Ariel Caído y la tierra que lo recibe en sus brazos” La obra representa una figura femenina que sostiene en sus brazos a Ariel, ella representa la tierra; la figura masculina, yace en los brazos de la mujer que le apoya sus labios a manera de un último beso.

2. Dr. Ignacio Colombres. “El Dolor, murió a la edad de 28 años. Sus amigos mandaron a erigir “El Dolor”, en su honor, realizada por Francisco Cafferata, es una figura femenina que sostiene una corona de laureles que simboliza el poderío y la elite, el libro a sus pies, tiene dentro una víbora enroscada en un bastón y una pluma, que según la leyenda, al ser un buen estudiante sus amigos quisieron hacerle una broma y le pusieron una culebra muerta dentro de un libro, el joven al abrirlo, vio la serpiente y cayó muerto, otros comentan que la víbora lo picó y no pudieron salvarlo. Se dice que es milagrero, la mayoría de las visitas son de jóvenes estudiantes que piden les ayude en los exámenes.

3. Mausoleo de la Familia Inocentis. Familia de joyeros y orfebres. En su interior se observa el ataúd de la matriarca de la familia, realizado en bronce. El ataúd tipo cofre, había sido encargado para que descansaran los restos de Eva Perón, pero por razones fortuitas fue a parar a manos de la familia Inocentis.

 4. Mausoleo de José Manuel Silva, Gobernador de la provincia. Logró formar una de las primeras fortunas de la provincia. Contribuyó con la donación del terreno y una fuerte suma de dinero para la construcción de Cementerio del Oeste.

 5. Tumba del Tte. Coronel Emidio Salvigni: Nació en Italia. Fue soldado en las guerras napoleónicas y luego edecán de Manuel Belgrano en la Batalla de Tucumán. Acompañó a Belgrano durante su enfermedad y estuvo a su lado hasta que muere en junio de 1820. Su tumba está coronada por un majestuoso ángel que alza en su mano una trompeta, como el ángel de la Anunciación

6. Tumba de Teniente Benjamín Matienzo. Fue el aviador más recordado del país por su hazaña en los Andes, pero su aventura terminó en tragedia cuando intentaba cruzar la Cordillera en mayo de 1919, encontrando la muerte a 4000 metros de altura, su cadáver fue hallado 6 meses después comidos por los cóndores. Sus botas se encontraban peladas, se dice que de tanto caminar en busca de que lo rescatasen. El aeropuerto internacional de Tucumán, lleva su nombre.

7. Mausoleo Familia Ramón Iriarte  Virgen La Morenita del Oeste. En su interior existe un cuadro antiguo de la Virgen del Valle, llamada “La Morenita del Oeste”, que fue declarada Patrona Nacional del Turismo. El Mausoleo, está abierto permanentemente, se encuentran velas encendidas y cartas escritas a mano con pedidos o agradecimientos se sus devotos.

8. Mausoleo de Clodomiro Hileret, fundador del Ingenio Santa Ana, considerado el ingenio más grande de América Latina. Un hombre delirante en sus excesos y extremadamente riguroso. Instauró el mito de “el familiar”: un acuerdo entre el dueño del ingenio y el diablo, por el cual debía entregar como condición para que el ingenio generase riqueza, la vida de un peón por zafra. Quien salía a buscarlo era el familiar, un enorme perro negro de ojos rojos que arrastraba una larga cadena.

9. Lola Mora, nace en Trancas, Tucumán en 1867. Sus obras más destacadas en Tucumán, son los bajos relieves de la Casa Histórica, la Estatua de La Libertad y el Monumento a Juan Bautista Alberdi. Fue una mujer de gran talento que se animó a desarrollar diversas actividades que estaban vedadas a las mujeres de su época; Falleció el 7 de junio de 1936, en Buenos Aires. En 2001 fueron trasladadas sus cenizas al Cementerio de Oeste.

10. La Tumba de Lucas Córdoba, Gobernador por dos períodos. Sus gobernaciones fueron históricas, por sus realizaciones en materia de educación, irrigación y otras obras publicas. Monumento realizado por Arturo Dresco. El bloque de mármol, reproduce el dique La Aguadita, en bajorrelieve. La figura femenina, representa la agricultura y la escultura masculina la Industria.

Plaza de la Fundación: La ciudad de San Miguel de Tucumán y los tucumanos han sido protagonista, en casi 450 años de vida, de una riquísima, apasionante y a veces traumática historia. El recorrido que se propone en este paseo remite, en apretada síntesis, a los momentos más relevantes de ese devenir en sus dimensiones urbanistas, políticas, económicas, sociales y culturales.

En 1935, la Municipalidad resolvió erigir un monumento a Diego de Villarroel, fundador de la ciudad, y convoco a concurso  de proyectos. Al mismo se presentaron tres conocidos escultores: Juan Carlos Iramain, Enrique Prat Gray y Ángel Dato. El 11 de Septiembre de 1935 el jurado eligió la realizada por Iramain. El monumento ejecutado en Bronce, se inauguró el 27 de Septiembre de 1936.  Estaba ubicado sobre Av. Mate de Luna, en una platabanda en el centro de la calzada. En Junio de 1944 se decidió trasladarlo a los ámbitos del parque Avellaneda.

En 1965, durante la intendencia de Eudoro D. Araoz y con motivo del IV Centenario de la ciudad, se dispuso ambientar la efigie de Villarroel con dos paneles a sus costados. Los mismos fueron confiados a los escultores Ángel Dato y Roberto Fernández Larrinaga, y se descubrieron el 30 de Mayo de ese año.

 

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